Este proyecto consiste en un edificio de viviendas de lujo situado en un acantilado de la costa de Altea, un enclave privilegiado que ofrece una relación directa y continua con el mar Mediterráneo. La propuesta arquitectónica se define por el uso de líneas horizontales muy marcadas, que enfatizan la geometría del conjunto y lo integran de forma elegante en el perfil del acantilado.
Cada vivienda ha sido concebida para disfrutar de vistas panorámicas ininterrumpidas al mar, aprovechando la posición elevada y la apertura total hacia el horizonte. Las terrazas en voladizo se convierten en el elemento distintivo del proyecto: plataformas suspendidas sobre el paisaje que incorporan piscinas privadas situadas en su borde, reforzando la sensación de ligereza y la conexión con el entorno natural.
El diseño apuesta por materiales contemporáneos, volúmenes puros y una composición cuidada que combina lujo, sobriedad y modernidad. El resultado es un edificio exclusivo, donde arquitectura y paisaje se funden para ofrecer una experiencia residencial excepcional.





