Peluquería Ana

El proyecto nace de la búsqueda de generar un espacio pensado para que sirva de escenario del trabajo de peluquería que en él se va a desarrollar.

Se genera un ambienta neutro mediante un diseño minimalista, combinando únicamente tres materiales: hormigón, madera y vidrio, en el que los colores aparecen a través del uso de productos, utensilios y coloraciones que forman parte del día a día de la peluquería.

Todo el mobiliario fijo ha sido diseñado a medida buscando obtener la máxima continuidad de los espacios. Para ello todos los elementos fueron pensados suspendidos del techo, lo que generaba la obligación de rediseñar cada uno de los elementos de una peluquería. De este modo, cuando un cliente visita la peluquería lo primero que se encuentra es un espacio exterior que conecta con el interior mediante un banco suspendido en el aire. Una vez dentro el mobiliario ayuda a generar una sensación de ligereza en un local que es muy alargado. El primer espacio, la entrada queda enmarcada por una estantería de productos, el banco de espera y la barra de recepción. El siguiente espacio, el salón de corte con espejos de cuerpo entero, basados en los utilizados en el mundo de la moda, una barra para colgar chaquetas y una mesa de lectura y café, todo ello suspendido del techo. Por último, la zona de lavado, separada mediante una celosía de madera, en la que nos encontramos con un único lava cabezas bajo un haz de luz, que invita a la relajación.

Se trata de un proyecto cuyo fin es cambiar el concepto preestablecido de peluquería, y convertirlo en un recorrido en el que el cliente y su pelo son los protagonistas.